El Cardo Mariano (Silybum marianum) asegura un buen funcionamiento y bienestar hepático.
El hígado es un órgano que filtra todo lo que tomamos. Si ingerimos sustancias inadecuadas durante un tiempo prolongado, tu hígado puede debilitarse, dando lugar a hígado graso y alterando sus funciones.
El hígado actúa como «depurador» y posee función inmunológica, metabólica, biliar, hematopoyética y es un gran almacén sanguíneo de nuestro organismo.
El Cardo Mariano, la planta del hígado.
El fruto del cardo mariano contiene un completo hepatoprotector llamado Silimarina que actúa sobre las células del hígado, regenerandolas y combatiendo las sustancias potencialmente tóxicas.
Por lo tanto, una toma adecuada de extractos de Cardo Mariano es garante de salud hepática y una alta tasa de metabolización de sustancias con mayor o menor grado de toxicidad hepática. Esta especialmente indicado en pacientes polimedicados o con medicación con baja tasa de toxicidad hepática.
Estastinas (antihipercolestelomicos), Paracetamol/AINES (antiinflamatorios), Ketoconazol (Antifúngicos) y ciertos antibioticos son los medicamentos con cierta capacidad hepatotóxica mitigable con un buen hepatoprotector.
El Cardo Mariano también estará indicado en dietas, acné, dispepsia o digestiones fuertes y antes o después de consumo de altas cantidades de alcohol o comida.
Elegiremos el Cardo Mariano cuando busquemos un producto natural, antioxidante, regulador hepático, estimulador enzimático y detoxificador.
Está contraindicado en caso de obstrucción de las vías biliares o piedras en la vesícula.
En caso de trastornos hepáticos, se puede asociar con Alcachofa aumentar su capacidad «detox» y añadir un efecto diurético.
La posología adecuada de 2 a 3 capsulas en comida y/o cena cada 3 meses.
Por una cápsula: Cardo mariano (fruto de): 390 mg de polvo total.
Podéis acceder al prospecto del Cardo Mariano en cápsulas de la Agencia Española del Medicamento: